
El biometano: pieza clave en la descarbonización
29 de julio de 2025
Falsos mitos sobre las plantas de Biometano
30 de octubre de 2025Europa se ha comprometido de forma firme con la lucha contra el cambio climático. La meta más ambiciosa es clara: alcanzar la neutralidad climática para el año 2050. Un objetivo que, aunque todavía parece lejano, exige esfuerzos coordinados, inversiones estratégicas y decisiones políticas valientes desde ahora. En este contexto, conocer cómo avanza la Unión Europea —y en particular España— en la incorporación de energías renovables resulta clave para entender los retos y oportunidades de la transición energética.
Europa: el primer continente en fijar una meta climática
La Unión Europea ha sido pionera al plantearse un objetivo tan ambicioso como la descarbonización total de su economía. Esta meta implica reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, abandonando progresivamente los combustibles fósiles y apostando por un modelo energético más limpio y resiliente.
Para lograrlo, es imprescindible acelerar la transición energética, sustituyendo el petróleo, el carbón y el gas por fuentes renovables como la energía solar, eólica, hidroeléctrica, geotérmica, biomasa o biometano. Pero, tal y como refleja un reciente estudio de Eurostat, el camino está siendo muy desigual entre los distintos países europeos.
Radiografía energética: avances desiguales en Europa
Según los últimos datos de Eurostat , el 47,3 % de la electricidad generada en la Unión Europea durante 2024 provino de fuentes renovables. Aunque este dato supone un avance significativo, la realidad es que las diferencias entre países son muy marcadas:
- Albania y Noruega lideran el ranking con más del 99 % de su mix eléctrico basado en renovables.
- Kosovo (8,8 %) y Malta (9,4 %), en el extremo opuesto, apenas han comenzado su transición.
- España, por su parte, se sitúa en un punto intermedio, con un 56,8 % de generación renovable.
Estos datos reflejan tanto el grado de compromiso político y ciudadano como las condiciones naturales, tecnológicas y regulatorias de cada país. También evidencian que, aunque Europa avanza, la meta de 2050 exigirá un esfuerzo adicional por parte de muchas naciones.
El caso español: fuerte impulso solar, con margen de mejora
España cuenta con un enorme potencial renovable, y lo está aprovechando especialmente en el ámbito de la energía solar fotovoltaica, que ya es la fuente renovable más utilizada en nuestro país. Este liderazgo responde a nuestras condiciones climáticas favorables, pero también a un mayor acceso al autoconsumo, a la caída de los costes tecnológicos y a los programas de fomento impulsados desde la administración.
Sin embargo, el mix renovable en España aún presenta margen de mejora. A diferencia de otras naciones que han integrado en mayor medida la hidroeléctrica o la eólica marina, España debe continuar diversificando sus fuentes, aprovechando oportunidades como el biometano o los biocombustibles, y reforzando el desarrollo de tecnologías emergentes.
Preferencias energéticas en Europa: eólica al frente
A nivel continental, los europeos muestran claras preferencias dentro del ámbito renovable:
- Eólica: 39,1 %
- Hidroeléctrica: 29,9 %
- Solar: 22,4 %
- Geotérmica: 0,5 %
Esta distribución también refleja la disponibilidad de recursos naturales y la orientación estratégica de cada país. En este contexto, España destaca por su apuesta decidida por la solar, mientras que otros territorios priorizan la hidráulica o la eólica marina, según sus características geográficas.
Un reto común: cerrar la brecha para 2050
Aunque Europa ha recorrido ya una parte importante del camino, las brechas entre países pueden convertirse en un obstáculo para alcanzar el objetivo común. La Comisión Europea es consciente de ello, y está reforzando los mecanismos de apoyo financiero, normativo y técnico para acelerar la transición en los países más rezagados.
También se refuerza el impulso hacia tecnologías complementarias, como el almacenamiento energético, la digitalización de redes o la producción de gases renovables (como el biometano), que permiten descarbonizar sectores difíciles de electrificar.
En Pitma Generación, comprometidos con una transición energética justa
Desde Pitma Generación , creemos en una transición energética que no deje a nadie atrás, que impulse el desarrollo local y que aproveche los recursos naturales de manera eficiente. Por eso apostamos por un modelo que:
- Integra tecnologías limpias y maduras.
- Fortalece la autonomía energética nacional.
- Genera impacto positivo en el territorio y el empleo.
- Contribuye a alcanzar los objetivos climáticos europeos.
El desafío está en marcha. 2050 se acerca. Y el presente es el momento clave para acelerar una transformación energética que beneficie al medio ambiente, a la economía y a las generaciones futuras.

